miércoles, 16 de enero de 2019

Una Cuestión de Confianza

"La juventud quiere mejor ser estimulada que instruida"
Goethe


Este otoño pasado he tenido el gusto de acompañar un Proyecto de Emprendimiento junto a adolescentes en distintos centros (ESO, FP,...) tanto en la educación pública como en la concertada.

Lo primero, he de confesar que, una vez más, ha sido para mí una experiencia de aprendizaje con mayúsculas.


En cuanto me contaron la propuesta, no lo dudé. Era para mí una oportunidad única para llevar a cabo algo con lo que había soñado hacía ya algún tiempo. No era una empresa fácil, pero mi entusiasmo era tal que poco importaban las dificultades. Es lo que tiene creer en algo fervientemente.

El encargo tenía, además, el añadido de que lo querían llevar a cabo de otra manera. Al parecer, las ediciones anteriores habían sido demasiado teóricas. Así que, nosotras eramos las elegidas en esta ocasión precisamente para que probáramos otras maneras, otras metodologías. ¿Os imagináis qué significaba ésto? Nos daban la confianza y libertad para poder llevar a cabo las sesiones tal y como nosotras entendemos que es la mejor manera de hacerlo. Supone también una gran responsabilidad, pero estábamos dispuestas a asumirla.

Con todo, arrancamos, teníamos ocho sesiones por delante para llevar a cabo el proyecto con el alumnado. No era mucho tiempo, ya que el proyecto era muy ambicioso. Llegamos a los centros, entramos en sus aulas, con su profesorado. Necesitamos adaptarnos a lo que había, desde el respeto y con humildad, generando ambientes seguros, creando vínculos y con la confianza en que las cosas llegarían a buen puerto.

Nuestro empeño fue determinante, ya que las primeras sesiones eran clave para generar esos nuevos contextos en los que todos pudiéramos aprender y crecer. Debíamos para ello cambiar la mirada y hacer las cosas de otra manera y desde otros lugares. Es fascinante observar las reacciones, a veces, sutiles, incluso no es algo que entiendas de inmediato siempre, pero ves que las cosas van, no siempre de la misma manera, pero van o, al menos, te llevan a nuevos lugares.

También es cierto, que no siempre todo fue fácil, necesitábamos estar preparadas para reaccionar ante situaciones y reacciones imprevistas, pero teníamos y si no, nos las buscamos herramientas suficientes para poder atender las distintas necesidades de los diferentes grupos.

Al final, te das cuenta de lo necesario que es llevar más alegría, más música, más entusiasmo, más creatividad,... a las aulas.